¿Cómo cambió la forma en la que las empresas capacitan a sus colaboradores a raíz de la pandemia?

¿CÓMO CAMBIÓ LA FORMA EN LA QUE LAS EMPRESAS CAPACITAN A SUS COLABORADORES A RAÍZ DE LA PANDEMIA?

Tres años después de la pandemia de COVID-19 quisimos analizar cómo se transformó la forma en la que las empresas conectaban con sus colaboradores y desarrollaban sus habilidades. Por lo que realizamos un estudio que contó con la participación de 28 perfiles gerenciales de Recursos Humanos, pertenecientes a  empresas del sector de Consumo Masivo, Seguros, Financiero y Retail. 

Pero antes de navegar entre los resultados de este estudio por qué no regresamos un momento para atrás. La pandemia de COVID-19 llegó a Ecuador en marzo del 2020, y no solo fue el culpable de la muerte de, un poco más de 35 mil personas, sino que en el ring de la vida dio un knockout a las empresas ecuatorianas. 2 golpes fueron suficientes para fracturar el sistema de capacitaciones y desarrollo. 

El primer golpe hizo que caiga la economía. Según un informe del Banco Central del Ecuador, publicado en el 2021, el PIB cayó un 7,8%. Y según nuestro estudio, el 70% de las empresas encuestadas nos comentaron que el presupuesto para las capacitaciones se redujo un 75%. Por ejemplo, de un presupuesto de $500.000 para capacitaciones, el valor se disminuyó a  $125.000.

Porcentaje frente a presupuesto

El segundo golpe fue la transformación del aprendizaje lo que causó que el 64% de estudiantes migren o utilicen plataformas virtuales de MOOCs (plataformas de formación online que puede ser cursada por un gran número de estudiantes de forma simultánea) como un nuevo recurso de aprendizaje. Este tipo de cursos es abierto y en ciertos casos son gratuitos. 

Sin el presupuesto necesario, a las áreas de Recursos Humanos se les vino encima el reto de que mover el ambiente presencial de capacitación a la virtualidad, así que los MOOCs se volvieron la herramienta favorita para fomentar el autoaprendizaje, ya que esto significaba una forma de enseñar un poco más barata. 

En la actualidad tenemos un panorama promedio de 70 vs. 30, es decir el 70% de los entrenamientos son virtuales y a penas el 30% se hacen presencialmente.

Con estos datos salta la pregunta, ¿qué buscan las empresas de sus proveedores para que los entrenamientos se adapten a la virtualidad y se reactive de a poco la presencialidad? Las respuestas resaltan la importancia de una personalización de entrenamientos que sea capaz de mezclar lo virtual y presencial optimizando el presupuesto, pero garantizando el impacto en los resultados.  Casa vez el entrenamiento es una mezcla quirùrgica de metodologías hacia la optimización del costo beneficio.

Otra tendencia que encontramos es un incremento sustancial en la rotación del personal con cargos enfocados en posiciones de servicio al cliente. Uno de los factores clave de esta rotación es que las generaciones más jóvenes ven el trabajo como una aventura temporal, no como una carrera permanente. Como consecuencia, las organizaciones están menos dispuestas a invertir en el entrenamiento de los aventureros.

No podemos evitar reflexionar que si bien es costoso entrenar a aquel que no tiene intención de quedarse, también es cierto que más costoso es no entrenarlos. 

Esta es una historia que todavía no tiene un final. Las organizaciones declaran que quieren solventar el reto en el desarrollo del personal y reskiling en nuevas habilidades y tecnología. Sin embargo, en Ecuador esto solo se queda en una intención porque no se traduce aún a los presupuestos.

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