HOMO ARTIFICIALIS Y LA REVOLUCIÓN SOSTENIBLE

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Escrito por: Carolina Rodríguez

En un mundo no muy lejano, la humanidad se divide en dos especies: los Homo Sapiens y los Homo Artificialis. Los Homo sapiens se caracterizan por estar atrapados en sus rutinas, a menudo se resisten al cambio y prefieren hacer las cosas de una manera que reste los riesgos. Por otro lado, los Homo Artificialis, son seres humanos que han abrazado la inteligencia artificial y se han convertido en pioneros en optimizar procesos, ahorrar tiempo, innovar y crear productos que desafían los límites de la imaginación.

Les quiero presentar a Eva, una joven Homo Sapiens y a Leo un Homo Artificialis, los dos trabajan en el departamento de gestión de residuos de una empresa de soluciones sostenibles llamada Green Tech.

Eva tiene un método un tanto tedioso y largo para clasificar y reciclar materiales, ella confía en su juicio y experiencia para identificar de forma correcta los plásticos y metales. Al final del día, Eva clasifica 2 toneladas de materiales reciclables al día. Por otro lado, Leo quién logró conectar la IA al sistema de reciclaje para clasificar de forma automatizada los residuos mediante sensores y algoritmos que determinan instantáneamente la composición de cada elemento desechado e inmediatamente manda una alerta a la computadora de Leo donde indica exactamente qué material es y dónde está. Este proceso reduce el tiempo de procesamiento y permite que Leo sea más eficiente. Al final del día, Leo y su asistente IA logran clasificar cerca de 9 toneladas de materiales reciclables.

Impresionado por la efectividad de Leo, el jefe del departamento de residuos habló con la gerencia de Green Tech y decidieron implementar un programa de entrenamiento para que todos en la empresa integren a la IA en sus tareas diarias. Eva empezó a resistirse a este cambio porque no confiaba en la IA, esto causó que poco a poco el jefe del departamento le quite responsabilidades mientras Leo innovaba y ganaba posición en la empresa.

Seguramente se estarán preguntado ¿qué tiene que ver ser Homo Sapiens u Homo Artificialis con la sostenibilidad? Pues la sostenibilidad hace referencia a cómo los sistemas biológicos se mantienen productivos con el transcurso del tiempo, en otras palabras, se liga a la acción del ser humano en relación a su entorno. Aquí es donde entramos a hablar de la Inteligencia Artificial. Cuando una persona se une al equipo de los Homo Artificialis, no solo gana un plus profesional por conocer nuevas tecnologías, sino que también su trabajo se vuelve más sustentable al aportar con innovación y soluciones que a la larga son más productivas. Esto beneficia no solo a la empresa sino también a la competitividad de un país lo que lleva a un crecimiento económico sostenible y mejora las condiciones de vida de las personas.

Dicho esto, ahora tenemos que entender cómo se vincula la Inteligencia Artificial y la sostenibilidad. Según un estudio publicado en Nature, la IA facilita el cumplimiento del 79% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además influye positivamente en temas como:

  • Salud: Mejora la velocidad y la precisión en el diagnóstico y detección de enfermedades lo que puede llevar a tratamientos más efectivos y personalizados a las necesidades de cada paciente. También es un elemento clave en la investigación y desarrollo de la medicina. Por otra parte, beneficia a la Salud Pública porque facilitaría el acceso a sectores del país con escasos recursos y comunidades rurales. Un ejemplo puede ser la empresa Philips que utiliza IA para mejorar la precisión en el posicionamiento del paciente y la reconstrucción de imágenes de tomografía computarizada (TC), lo que ayuda a reducir la dosis de radiación y mejora la calidad de las imágenes. Otro ejemplo es la empresa Plain Concepts que ha desarrollado aplicaciones de IA para la detección precoz del cáncer y enfermedades raras, así como para mejorar los diagnósticos por imagen basados en Deep Learning.
  • Planeta: La UNESCO en colaboración con organizaciones de investigación demostraron que la Inteligencia Artificial puede predecir y mitigar los efectos del cambio climático, al monitorear las emisiones de efecto invernadero global.
  • Ciudades y comunidades: La IA contribuye a la creación de ciudades inteligentes con bajas emisiones de carbono y la integración de energías renovables a través de redes inteligentes.
  • Agricultura: La IA analiza datos de sensores y drones para proporcionar recomendaciones sobre siembra optima, manejo del agua, rotación de cultivos y manejo de nutrientes. Un ejemplo puede ser la empresa CropX que desarrolló una plataforma de agricultura de precisión que utiliza IA para mejorar la producción y riego. Esta plataforma es usada por los productores de banana en Nicaragua e Israel, para gestionar plantaciones de bananas con riego y lluvia. Además de la gestión del riego, los usuarios rastrean el movimiento del nitrógeno en el suelo para aplicar fertilizantes de manera más precisa y evitar la escorrentía y la lixiviación. Los productores en Israel informan un aumento del 27% en el rendimiento y un 15% de ahorro en fertilizantes.

La historia de Eva y Leo ejemplifica cómo la adaptación de las nuevas tecnologías aporta al desarrollo de las capacidades humanas y permite aumentar la eficiencia. Además, marca un punto de inflexión en nuestra comprensión del futuro laboral y ambiental. Esto no minimiza la importancia de los Homo sapiens, sino que destaca una realidad emergente: en un mundo donde los desafíos ambientales y tecnológicos son cada vez más complejos, la adaptabilidad y la habilidad para integrar nuevas tecnologías son cruciales para alcanzar un éxito sostenible.

En el siguiente video les compartimos la charla de Fernando Miño sobre la IA y la Sostenibilidad que se dio en la Cumbre de Sostenibilidad 2024 de EKOS.

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