Desentrañando los mitos
sobre las diferencias entre el cerebro de hombres y mujeres
Escrito por: Carolina Rodríguez
Las teorías sobre la diferencia entre el cerebro de hombres y mujeres, existen desde hace mucho tiempo. Pero, ¿cuánta verdad hay en ellas?, ¿serán un simple mito? En este artículo conoceremos las cuatro diferencias reales objetivas, científicas y comprobables entre el cerebro masculino y femenino.
Quizá hayas escuchado frases como:
- “El cerebro de los hombres es más grande, por eso son más inteligentes.”
- ” El cerebro de los hombres está más desarrollado para resolver temas de ciencia y matemáticas, y el cerebro de las mujeres puede desenvolverse mejor en momentos donde hay que socializar y comunicarse.”
- “Los hombres tienen un mejor sentido de la orientación porque su cerebro está más adaptado para la orientación espacial.”
- “En el ámbito laboral, el cerebro de las mujeres es menos ambicioso, por eso no llegan a puestos de liderazgo”.
Según las creencias de la sociedad, varias de estas teorías pueden ser percibidas como una realidad. Pero, al final del día son solo… MITOS.
Un ejemplo claro que rompe con el mito de que los hombres “por tener cerebros más grandes, son más inteligentes y aptos para la ciencia y matemáticas, está escrito en la historia de mujeres cómo:
Marie Curie, primera mujer en ganar un premio Nobel Científico.
Katherine Johnson, mujer experta en matemáticas y física cuyos cálculos fueron fundamentales para tener éxito en las primeras misiones espaciales de la NASA.
Hedy Lamarr, inventora destacada por patentar una técnica de espectro ensanchado que sentó las bases para el desarrollo de la tecnología de salto de frecuencia, lo que abrió la puertas al Wi-Fi y el Bluetooth modernos.
Así como estas historias han surgido investigaciones de autores que han estudiado las diferencias entre hombres y mujeres al detalle, y que rompieron con estos mitos porque hallaron cuatro diferencias reales, objetivas, científicas y comprobables entre el cerebro masculino y femenino.
1. Fuerza física:
La testosterona es la hormona que produce que los hombres tengan mayor capacidad de desarrollar musculatura, lo cual le otorga mayor fuerza física que las mujeres (“Beauty and the beast: Mechanisms of sexual selection in humans”, Puts, 2010). Esta diferencia puede tener implicaciones en el campo laboral y en cómo organizamos la sociedad. En algunas culturas se han manejado estas diferencias asignando a los hombres y a las mujeres en roles distintos en función a su fuerza física. Según un artículo publicado por la fundación “La Caxia” de Cataluña, el 64,6% de los trabajadores en ocupaciones manuales (trabajos en industrias como la minería, la industria, la construcción o el mantenimiento de instalaciones) son hombres y cuando una mujer accede a estas industrias, el 66,6% entran a puestos típicamente femeninos como, por ejemplo, los relacionados con el sector de la limpieza o ayudantes de cocina.” (Torre, Fundación la Caxia, 2020)
2. Propensión a la violencia y agresividad:
Según la Dra. Louann Brizendine en su libro “The Female Brain” (2006), debido a la testosterona, los hombres tienen una mayor propensión al riesgo y la agresividad. Ellos salen a conquistar lo que quieren mientras que la mujer atrae lo que quiere. En otras palabras, los hombres están programados con el pensamiento de que mientras más se arriesgan, mayor es la probabilidad de conseguir su objetivo.
3. Capacidad de comunicación simultánea:
La investigadora Deborah Tannen, autora del libro “You Just Don’t Understand: Women and Men in Conversation” (1990) explica que las mujeres generalmente son mejores comunicadoras que los hombres por la forma en la que su cerebro procesa la información de varias fuentes al mismo tiempo. Para apoyar esta teoría, la Dra. Louann Brizendine en su libro muestra cómo la testosterona atrofia el cerebro masculino al punto en el que limita su capacidad de comunicación simultánea. Por esta razón los hombres no pueden hacer varias tareas a la vez y necesitan enfocarse solo en una. Expertos de la universidad de Pensilvania estudiaron 949 cerebros, donde notaron que el cerebro maculino tiene más conexiones entre la parte delantera y trasera del cerebro, por otro lado, el cerebro femenino tiene conexiones cruzadas entre los hemisferios lo que puede favorecer la capacidad de comunicación simultánea.
4. Variabilidad emocional:
La Dra. Bridget Cooper, en su libro “The Empathy Ga” (2018), demuestra que las mujeres tienden a ser más empáticas y sensibles emocionalmente que los hombres debido a las diferencias en la estructura del cerebro y la carga hormonal producida por los estrógenos. Usualmente en el mundo machista esta diferencia emocional a menudo es juzgada y etiqueta a las mujeres como dramáticas o demasiado emotivas. Pero, si rompemos con esas creencias y fomentamos un mundo más inclusivo esta capacidad de empatía y sensibilidad emocional puede ser especialmente útil en el liderazgo, ya que permite a los líderes comprender y conectarse con las necesidades y preocupaciones de sus colaboradores.
Quiero que pienses en esta pregunta: ¿Por qué en nuestra sociedad, dentro de la carrera profesional se da más importancia a las diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres, y se asigna un rol específico a cada uno según esas diferencias?
Esas cuatro diferencias no deberían ser una barrera que divide a hombres y mujeres, y que discrimina mientras limita el desarrollo profesional del otro, sino que deberían ser usadas como cualidades que se complementan para formar un estilo de liderazgo más efectivo y que genera más impacto.